Nuestra especial ubicación de altitud y tipo de terreno hace que los viñedos produzcan uvas de de máxima calidad y solo estas se seleccionan para hacer nuestros vinos. Se introducen en depósitos de roble francés, después de más de 20 días de fermentación y maceración, el vino se mete en barricas de roble francés por periodos de 18 a 24 meses. Nuestros vinos no son tratados con el procedimiento de precipitación por frio, y su filtrado es muy suave para mantener todos los aromas y sabores de nuestro terroir. Por esta razón pueden aparecer sedimentos. El especial cuidado que ponemos en la elaboración y crianza, hacen a nuestros vinos más duraderos, de más calidad más oscuros, concentrados y aromáticos que la mayoría de los vinos de la Ribera del Duero y con un gran equilibrio.